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Blog con las dudas existenciales de una geisha pop

¡Puja por tu Virgen María en queso fundido!

¡Puja por tu Virgen María en queso fundido! A falta de tiempo para ofreceros uno de mis excelsos artículos que solo a una privilegiada minoría interesa, os escribo algo rápido.

No perdáis mucho tiempo y pujad ya por vuestra Virgen María en queso fundido que tan amablemente nos ofrecen en eBay. Eso sí, no os lo toméis a coña, que advierten que puja que hagas, puja que mantienes, que si no eBay te demandará y perseguirá y, además, la Virgen María se mosqueará cantidad y se te caerán los pelos de las cejas, tiatiatia.

El caso es que para que veais que es completamente en serio nos cuenta que su queso (que salió de su sangüichera hace ¡10 años! pero lo que no nos dice es si han beatificado o canonizado o, qué menos que santiguado al pan de molde o, mejor aún, la sangüichera responsable del efecto) pues eso, que nos cuenta que su queso ha salido en todos los periódicos, televisiones y radios del mundo. Y, como ejemplo contrastable nos dice que apareció en WFTL Ft. Lauderdale... directa competidora de la CNN.

En fin, si en tu parroquia llegaron tarde al furor de los lignum crucis, sábanas santas, sudarios santos, mantas eléctricas, huesos de santo, brazos de santa, sangres licuadas, penes en formol y demás, no perdáis tiempo y haceros con vuestro quesito de la Virgen que ríe. Eso sí, daos prisa porque ya lleva casi cuatro días y van por los ¡7.600 dólares! de puja. O sea, que rompan sus huchas to los niños de la vecindad a ver si conseguís reunir el dinero antes de que pasen los siete días de plazo.

Eso sí, en Cádiz nos lo montamos mucho mejor y más barato. Directamente en la pared de un bajo salió la cara de Cristo. Eso sí, en la fachada exterior, que en el interior pocos se hubieran enterado. Claaaaaaaaaaaro, ya tienes tú a toas las maris de Cádiz rodeando la carita del Cristo tol puto día y toa la puta noche, rezando y venga de rezas. Y el pobre inquilino al que Cristo había elegido como vecino hasta los cojones de los rezos que no le dejaban dormir en paz: "¡Que es una mancha de humedad, coño! Que ahí se ve la cara de cristo o el cuento de los tres cerditos, según te dé, tiatiatia". Pero es que vino hasta una medium que hablaba en nombre de la mancha de humedad con voz sepulcral aunque, digo yo, que más bien sería con voz de reumática perdida.

El engendro vino a conocerse bajo la advocación del Cristo del Porro. No porque hiciera falta un porro para ver la cara de Cristo ahí, sino porque se encontraba en un barrio superdeprimidísimo en la ciudad (vamos, que podría haberse llamado el Cristo del Valium, pal caso). A los dos días sin dormir, el vecino cogió su bote de pintura y ante el pánico de las feligresas allí concentradas se puso a pintar el Cristo. Poco hábil él, que claro, al ser una mancha de humedad, no había pasado un día cuando volvió a salir El del Porro de nuevo a rejuntar a su feligresía. En fin, creo recordar que a los pocos días el Ayuntamiento mandó a un superpintor de brocha gorda que raspó la pared de mala manera, puso cemento de nuevo, pintó y se dispersó las superdeprimidas feligresas.

Y, digo yo, el hombre este ya podría haberle sacado ventaja crematística al tema, arrancando el lienzo de pared y subastándolo en el bingo del barrio (que por aquella época no había internés de estos).

Pos eso, mañana con algo de más tiempo (espero) más. Muacmuac

3 comentarios

Maggie Wang Kenobi -

Es cierto, Vicen... abres nuevas y terribles perspectivas a este fenómeno. Menos mal que no suelo poner queso fundido en mis sandwiches!!!
:-S

Vicen -

¡Dios!¿Cuantas virgenes de estas nos habremos comido sin darnos cuenta?

Manué -

Tíatíatía, esa historia ya me la había contao San Alberto H., lo sepas...