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Blog con las dudas existenciales de una geisha pop

Ven a Disgaylandia

Ven a Disgaylandia Lo cierto es que jamás entendí lo de los Días Gays de Disneylandia. Es como si los directivos de los sitios estos inviten a todas las maricas del mundo a visitar el castillo de Blancanieves a soltar toda la pluma que puedan, que se pongan a cuatro patas en los baños o que disfruten de las musculocas con sus camisetas mojadas en las atracciones acuáticas (las tres de arriba están esperando su turno para la "Caída húmeda de Aladino", por ejemplo). Eso, que vayan a mariconear todo lo que puedan un día al año, pero que ni se les ocurra acercarse el resto del año, no sea que los valores familiares (en sentido americano, que tiene mucha más guasa) se vean tambaleados y los rudos papis heteros tengan que pegarle de hostias a dos mariconas que anden sueltas el día equivocado.

¿Y por qué cuento esto? Pues la verdad, es que el fin de semana tras la Re New Año Casual Party ha sido bastante anodino(que no aburrido). Tras levantarnos menos resacosos de lo esperado, limpiamos un poco y nos fuimos a tomar unas cañas con er Manué, la artista conceptual extremeña (que se lleva la expo a Florida, na más y na menos, pero con su cuerpo se conforma con traerlo a Madrid) y el hombre que corre desnudo por el cementerio. Yo tenía el firme propósito de no seguir castigando ni a mis pulmones ni a mi hígado. Mientras ellos tomaban cañas, yo empecé con un mosto. Cuando cambiamos de sitio, no pude resistirme a la estupenda sidra que sirven en la Camocha (o algo así que se llama el asturiano de Fuencarral). Tomé dos sidras y unos cuantos cigarros.

Después de eso, vuelta a casa y hasta hoy por la mañana no he salido de casa. El sábado cenita para esa cosa del "amigo invisible" que viene estupendamente para ahorrar dinero en regalos y, de paso, regalarle algo de más consistencia al que te toque: yo regalé una camisa bonita de ver y un bote enorme de Nesquik, y es que el mi amigo resulta que ahora vive en plan independiente y es muy importante que empiece el día con energía. Yo recibí por fin una cadena para poder llevar colgado mi anillo de perdida. No es que necesite cadena para llevarlo, pero es que no me mola nada de nada eso de llevar cosas en las manos.

Y, ahora que caigo y oigo en el salón "Sexo en Nueva York", pal caso resulta que estoy haciendo lo mismo que la absurda esa de Carrie: escribir una columna periodística. No es que las mías versen sobre el mismo tema que las de ella ya que yo doy más de mí. Pero lo cierto es que la gili esa por una puta columna que escribe de cuando en cuando resulta que es capaz de pagarse un apartamente que no está nada mal en Manhattan y, cada dos por tres, irse de compras de marcas caras. Hmmm, si no fuera porque esto no lo lee ni dios y me quedaría igual de pobre, ahora mismo pondría acá una entrada de esas de pago, en plan ManCheck, UGAS, GMPass... Bueno, en ese enlace también tenéis cantidá de páginas de esas que ganan bastante dinero con esto de cobrar por entrar. Anda, bonita, hazte una cuenta en una de esas y pásame la clave pa que pueda yo usarla también.

Muacmuac.

4 comentarios

Maggie Wang Kenobi -

A ver, Manué, no es el verde el que te pone de los nervi, es que eres asín. jurjur

Manué -

oyes, que éste verde histriónico me pone un poco de los nervi.

Maggie Wang Kenobi -

Pero es que sigo sin entender cómo con una columna semanal a la tía le da pa tanto. Yo pa mí que realmente tiene un vida secreta que no cuenta en la serie y que es muuuuuy puta, pero de las que cobra. Pero claro, eso la tía se lo calla y na más que nos deja ver lo esssstupenda que es, na de que le falte el dinero...

Su -

No te olvides de los miles de zapatos que se compra la tía. Y de sus inseguridades. Vamos que a mí la que más me gusta es la golfa. Muack