Es que soy artea...
... o atea, que diría mi amiga Montse. Pos eso, sabes, que acabo de reflexionar conmigo misma. Si Dios creó realmente al hombre, erró cantidá. Lo hizo superfatal. A ver, pensemos un rato. Exinten (según dice la ONU, que tampoco es que sea tanto de fiar) unos 6.000 millones de personas humanas en este mundo. De esos, la mitad, más o menos son hombres, es decir, unos 3.000 millones.
Si hacemos caso a las estadísticas de vete a saber que encuestadora aburrida sobre un 10% de los hombres son mariquitiles. Nos quedan unos 300 millones. Siguiendo estadísticas un tanto más íntimas o intimosas, díganse, vaporosas o vapuribles, vamos, de esas que haces a pie de calle, con la práctica del poleneo o el rick'seo o el chuequeo en general, como que me puedo ver interesado por un 10% de ellos (más o menos, repito, que la ciencia esta no es que sea mu esasta que digamos). Me quedan 30 millones de hombre a los que follarme. Y va, el gilipollas del Dios este de los cojones del pato ganso y me concede como que vida sexual desde los 15 hasta, digamos, los 75 (y es ser muy optimista, porque las estadística del CIS no dan tanta vida sesuá, que me las he leído yo todas ellas). No me da tiempo, que no que no.
Pues por eso, que soy atea. Que si realmente existiera Dios, me habría concedido el tiempo necesario pa pasármelos a todos por la piedra/cama/sofá/ducha.
Ante esta profunda reflexión no me queda más que ser artea o algo así. No sé, me dudo a mí pispo ahora mismo. Que estrés.
Para más información, vete para allá.
Si hacemos caso a las estadísticas de vete a saber que encuestadora aburrida sobre un 10% de los hombres son mariquitiles. Nos quedan unos 300 millones. Siguiendo estadísticas un tanto más íntimas o intimosas, díganse, vaporosas o vapuribles, vamos, de esas que haces a pie de calle, con la práctica del poleneo o el rick'seo o el chuequeo en general, como que me puedo ver interesado por un 10% de ellos (más o menos, repito, que la ciencia esta no es que sea mu esasta que digamos). Me quedan 30 millones de hombre a los que follarme. Y va, el gilipollas del Dios este de los cojones del pato ganso y me concede como que vida sexual desde los 15 hasta, digamos, los 75 (y es ser muy optimista, porque las estadística del CIS no dan tanta vida sesuá, que me las he leído yo todas ellas). No me da tiempo, que no que no.
Pues por eso, que soy atea. Que si realmente existiera Dios, me habría concedido el tiempo necesario pa pasármelos a todos por la piedra/cama/sofá/ducha.
Ante esta profunda reflexión no me queda más que ser artea o algo así. No sé, me dudo a mí pispo ahora mismo. Que estrés.
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