Vida de barrio
Lo cierto que teniendo mi clase, rara vez hago vida de barrio. Pero de cuando en cuando me da el punto, me pongo ropa de plebeya y me mezclo con ellos. Y es algo estupendo descubrir las de cosas que tenemos por acá. Aunque bien es cierto que casi las conozco toas, rara vez he hecho la ruta completa.
Viniendo a casa, po he cogío dinerillo (nada de plástico) y me he ido a la panadería a comprar el pan, después a la pollería a por unos filetitos de pavo y concretas de pollo, después a por tabaco al tabaquero y a por el fiambre en la fiambrería. Y llegando a casa, entré en la ropainterioría pa pillarme un par de calcetines gordos pa estar por casa, que me ha dao el punt, jaté. Casi que me ha faltao entrar en la madejadelanería a por un par de madejas de lana y tomarme un solysombra en la solysombría (o bar, pa los amigos). Y ninguna de esas tiendas era de ninguna cadena europea o americana, ni tampoco con chinos, sino con nombres tipo "Paqui", "Pepe" o "MarJu" (será de Marga y Juan, que los plebeyos son muy dados a estos nombres compuestos, como la Fergó). Salvo la tabaquería que se llamaba Exp.367 o algo asín, que queda como que muy frío y muy poco de barrio.
En fin, que mola esto de hacer vida de barrio, con el dependiente haciendo chascarrillos absurdos pa caer simpático a ver si te da por volver, que cosas. Aunque, eso sí, esperas ver los superdependientes como los de la foto en plan buenorro de antaño o de la época colonial, y no se encuentran, son más bien normalitos. Así no me extraña que esté en crisis la tienda familiar, que deberían contratar gente así pa que me inciten más a volver, que lo de los chistes malos satura un poco, digo yop.
Y yatá el artículo absurdo del día, ea, ahora te lo imprimes y lo cuelgas en tu corcho (o no).
Viniendo a casa, po he cogío dinerillo (nada de plástico) y me he ido a la panadería a comprar el pan, después a la pollería a por unos filetitos de pavo y concretas de pollo, después a por tabaco al tabaquero y a por el fiambre en la fiambrería. Y llegando a casa, entré en la ropainterioría pa pillarme un par de calcetines gordos pa estar por casa, que me ha dao el punt, jaté. Casi que me ha faltao entrar en la madejadelanería a por un par de madejas de lana y tomarme un solysombra en la solysombría (o bar, pa los amigos). Y ninguna de esas tiendas era de ninguna cadena europea o americana, ni tampoco con chinos, sino con nombres tipo "Paqui", "Pepe" o "MarJu" (será de Marga y Juan, que los plebeyos son muy dados a estos nombres compuestos, como la Fergó). Salvo la tabaquería que se llamaba Exp.367 o algo asín, que queda como que muy frío y muy poco de barrio.
En fin, que mola esto de hacer vida de barrio, con el dependiente haciendo chascarrillos absurdos pa caer simpático a ver si te da por volver, que cosas. Aunque, eso sí, esperas ver los superdependientes como los de la foto en plan buenorro de antaño o de la época colonial, y no se encuentran, son más bien normalitos. Así no me extraña que esté en crisis la tienda familiar, que deberían contratar gente así pa que me inciten más a volver, que lo de los chistes malos satura un poco, digo yop.
Y yatá el artículo absurdo del día, ea, ahora te lo imprimes y lo cuelgas en tu corcho (o no).
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