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Blog con las dudas existenciales de una geisha pop

Nuzé, nuzé...

Nuzé, nuzé... Ainsss, po hoy mencuentro cantidá de anodino, la verdá. Que no sé de qué hablar ni que decir ni na de na. Tengo mañanita con poco curro y eso no mola, porque una cosa es currar relajadamente y otra muy distinta no currar en absoluto. Que uno se marea hasta de marear por la red. De cualquier forma, no es que eche de menos para nada mi antiguo curro, del que sigo teniendo minidosis diarias. Pero vamos, que como aquí aún mis jefes me conocen poco, pues tienen costumbre de dar trabajo a los que ya estaban antes de llegar yo. Y claro, asínnn no hay quien pueda. Que tampoco es plan de ir dando codazos al resto para que caiga algo en mis manos para entretenerme, jurjur. En fin, que me siento como la de la foto, de mujer florero en la ofi. Eso sí, yo quedo bastante más mona, la verdá, que mi cardado es bastante más caro que su peinado a lo lacia.

Lo cierto es que disfruto en mi "oficina" actualmente, pero siempre uno se pregunta por otros posibles trabajos interesantes. Lo del comercio internacional estaba bien, principalmente por los viajes que te permiten realizar. Aunque sean viajes de los que disfrutas poco, porque puedes hacer poco turismo, siempre encuentras algún momento de asueto para disfrutar de ti mismo en el sitio nuevo. Lo que ocurre es que siempre en China íbamos a hoteles cercanos a las zonas industriales, alejados del centro de la ciudad. Eso siempre supone un riesgo para salir, ya que si, como dice una amiga mía, en los polígonos industriales "pasan cosas", mucho más en un país como China, que es una casa de putas tamaño gigante, donde el régimen comunista me da que, si te abstienes de opinar en política, te deja hacer lo que quieras: por ejemplo, pulular por las zonas industriales y atracar a cualquier tipo con pinta de llevar algo de un mínimo valor. Obviamente, un europeo canta mucho en esos lugares por lo que es un tanto arriesgado salir a dar un paseo. Vamos, que de China prácticamente lo que hemos visto ha sido lo que se ponía por delante cuando íbamos en el coche.

Pero hay otros trabajos que también pueden resultar interesantes. Hmmm, no sé, por ejemplo, creo que lo de sexador de pollos tiene que estar bien. Seguro que lo pasas pipa durante unas horas. Pero fijo que en una semana estas hasta los cojones de pollitos y tendrías tentación de hacer alguna que otra cosa con ellos, que sí que sí.

O, por ejemplo, está ese curro que unas conocidas de la farándula nos explicaron: para la siguiente película en la que participaban necesitaban contratar, tachán, una sastra submarinista que supiera inglés. ¡Toma ya! Eso sí, por un módico precio. Juasjuas, lo cierto es que desde que lo comentaron no las he vuelto a ver, porque han ido empalmando curro en una peli tras otra. No sé, pero me da que finalmente no consiguieron semejante engendro currante y les tocó a ellas mismas bajarse al embalse a hacer los arreglos. Con lo del inglés, nuzénuzé, si a Tarzán le funcionaba eso del "Yo Tarzán y tú Yein" digo yo que ellas se las apañarían perfectamente.

Bueno, la gilitontería del día ha sido contada. Ahora paso a comunicaros que este sábado se me junta de todo: la final de la selección española para Eurovisión (LSDM forever and ever) pero es que además, por fin, tendremos la presentación del disco de ELEKTRO, plasplasplas. Llegaré un tanto tarde, pero espero estar a tiempo para disfrutarle. Y, no olvidar, felicitar al gran Juan Camus por su 29 cumpleaños, que es hoy.

Hala, a más leer.

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