La Cenicienta...
Anoche vimos "Indiana Jones: En busca del Arca perdida". Y eso me recordó que nunca he hablado propiamente de sexo, de mi sexo, vamos, del que he practicado durante tantas noches. Lo cierto es que nunca me ha dado por relatar ninguno de mis polvos, porque siendo como soy una geisha (y pop) ya sabréis por descontado que todos mis polvos son estupendos y maravillosos. Mis 100 mejores amigas, tiatiatia, ya me han pedido que monte una academia en La Moralés y todo.
Mis empolvados llegan al éxtasis, al nirvana, al clímax, al karma chamaleon y to eso gracias a mis dotes amatorias. Vamos, como bien saben mis más acérrimos fans hasta he llegado a provocar algún derrame cerebral de la excitación o ataques de anemia al concentrar tanta sangre en cierta parte del cuerpo, jurjur. Vamos, que no es nada interesante contarlos, porque han sido todos a cada cual mejor. Aunque, claro, siempre puedo contar el de "bésame, bésame", el de la relojería, el de Cenicienta, que igual es mejor.
Po andaba o anduvía yo por el Refugio en su pleno esplendor y en mi poderío másssimo cuando vi ante mí a un excelso galán. Como estaba o estuvía yo más salida que una plancha, po allá que me lancé a por ello y, claro, ande pongo el tiro, pongo la piedra (o como se diga). Me lo llevé o me lo llovía a casita, nos tiramos en la cama, nos desnudamos, le embadurné con leche corporal, por lo que resbalaba o relabaluvía estupendamente (lo cual siempre favorece frotamientos de lo más esssitantes, lo sepassss).
Era un mérito por mi parte estar a esas horas y con sienes de litros de alcohol estuviera tan, tan... eso. Lo cierto es que hacía tiempo que nadie me ponía tanto, jaté tú. El caso es que en pleno triquitriqui, va el tío, mira el reloj y disssse "¿es ya esa hora?". Y le dije que "po claro, anda y sigue"... "Que me tengo que ir, que tengo que llevar a mis tíos a Atocha y blablabla...". Vamos, que no me lo podía creer, hacía tiempo que no pillaba y, además, meponíameponía... y resulta que el tío era un ceniciento que tenía que volver a casa antes de las nueve de la mañana no fuera que se le convirtiera la polla en erizo de mar, no te jode.
A las dos semanas le vi y me decidí agobiarle en venganza por aquello, jurjur. De hecho no me despegué en toda la noche de él, questrés de mí, parecía una sicokiller vulgar (bueno, yo nunca parezco vulgar, pero sí mucho sicokiller). En fin, colorín colorado, este cuento se ha acabado. Eso sí, que no se me olvide el fotolog de brasileño.
Mis empolvados llegan al éxtasis, al nirvana, al clímax, al karma chamaleon y to eso gracias a mis dotes amatorias. Vamos, como bien saben mis más acérrimos fans hasta he llegado a provocar algún derrame cerebral de la excitación o ataques de anemia al concentrar tanta sangre en cierta parte del cuerpo, jurjur. Vamos, que no es nada interesante contarlos, porque han sido todos a cada cual mejor. Aunque, claro, siempre puedo contar el de "bésame, bésame", el de la relojería, el de Cenicienta, que igual es mejor.
Po andaba o anduvía yo por el Refugio en su pleno esplendor y en mi poderío másssimo cuando vi ante mí a un excelso galán. Como estaba o estuvía yo más salida que una plancha, po allá que me lancé a por ello y, claro, ande pongo el tiro, pongo la piedra (o como se diga). Me lo llevé o me lo llovía a casita, nos tiramos en la cama, nos desnudamos, le embadurné con leche corporal, por lo que resbalaba o relabaluvía estupendamente (lo cual siempre favorece frotamientos de lo más esssitantes, lo sepassss).
Era un mérito por mi parte estar a esas horas y con sienes de litros de alcohol estuviera tan, tan... eso. Lo cierto es que hacía tiempo que nadie me ponía tanto, jaté tú. El caso es que en pleno triquitriqui, va el tío, mira el reloj y disssse "¿es ya esa hora?". Y le dije que "po claro, anda y sigue"... "Que me tengo que ir, que tengo que llevar a mis tíos a Atocha y blablabla...". Vamos, que no me lo podía creer, hacía tiempo que no pillaba y, además, meponíameponía... y resulta que el tío era un ceniciento que tenía que volver a casa antes de las nueve de la mañana no fuera que se le convirtiera la polla en erizo de mar, no te jode.
A las dos semanas le vi y me decidí agobiarle en venganza por aquello, jurjur. De hecho no me despegué en toda la noche de él, questrés de mí, parecía una sicokiller vulgar (bueno, yo nunca parezco vulgar, pero sí mucho sicokiller). En fin, colorín colorado, este cuento se ha acabado. Eso sí, que no se me olvide el fotolog de brasileño.
13 comentarios
Maggie Wang Kenobi -
Ann O'Nadada -
No has sido todo lo explicito que hubiera deseado... Debe ser que las geishas sois más sutiles... Ibas maquillada de blanco?
Maggie Wang Kenobi -
Carol B (Retirada) -
Besitos
Maggie Wang Kenobi -
SAMANTHA, uno que es asín de desprendido y comparte con la humanidá sus cosas... Eso sí, lo de los censores pasó de moda, tiatiatia
MANUE, yo pretendía mantené el anonimato
CAROL, nozé, igual podrías poné una sección en tu blós de "fotolog de noruego" jurjur
Carol B (Retirada) -
Besitos desde mi retiro.
¡Ah! los noruegos están bien buenos ;-)
Er Manué -
Samantha Llons -
zuëll -
Abrazos
Maggie Wang Kenobi -
TONY, po este es que hasta me cae bien y to, juasjuas
NEVER, pozí o ponó, o yo que sé, pero me quedé con el calentón que no veas, jurjur
Neverland -
Tony Tornado -
De la peor especie.
Bikachus
zuëll -
Abrazos