Viajar
Bueno, lo cierto es que esto de ir de sssuperrica como estos días (vamos, seguir de vacaciones) como que no impone nada de disciplina para escribir en el blós. Y pasa lo que pasa, que recibo sienes y sienes de emails pidiendo que no pase un día más sin mi presencia virtual en los hogares de todas las personas que pueblan este planeta tan azul y tal y tal.
En fin, que tengo muchas cosas que contar (greli, te reservo un artículo sobre tus preguntas, que un comentario me paressse poco). Pero hoy me voy a reservar a la parte de viajar. Y es que de lo que me he dado cuenta es de lo malo que es ser pobre con esto de viajar.
Primero, porque tienes que pensar en con qué rellenar la maleta. Y las hay que se tiran auars an auars (horas y horas, pa las incultasss, que soisss muchas, ya lo sé) pensando en qué llevarse. Y, total, pa un finde largo se llevan ropa para un mes, pensando que quizá le dé tiempo de cambiar de modeli cada dos horas, juasjuas. Patétissscas que son ellas. Además, llevar tanta ropa implica eso, tener que jerniarte en el escáner de RENFE [inciso: sí, los terroristas de la capital gaditana siguen discriminados respecto a los pueblerinos, porque en S. Fernando, el Puerto y Jerez siguiendo pudiendo pasando bombas sin controlando, jaté tú].
Es mejor ser rico como yo pispo. Simplemente me llevo la ropa de llevar en el viaje. Después, al llegar al sitio, llamo a la boutique más cara de la ciudad para que me la abran a la hora que yo llegue. Y así me compro la ropa que necesite. Al marcharme, la dono a la ONG de moda en la ciudad, clarostá. Me ahorro cargar con la maleta, llegar y ponerme a planchar, lavar, tender y todas esas cosas tan lumpenproletariat que sólo practico pocos días al año.
Por cierto, hablando de lo mal que lo hacen en RENFE, esta vez les he escrito un bonito imeildamarcos (que para lo mal que la tratan, no sé porqué le han dedicado lo del nombre del correosss elestrósssnicos) para que, tras la desaparición de los vagones pa fumadores, los reutilicen para dividir los trenes en sección "sin niños" y "con niños". Que no sé qué era peor, aguantar la humareda del vagón de pa fumá o tener que aguantar a unos patosos gritando, chillando, alarideando y demás, grrrr. En esto, tengo el apoyo incondicional de mi er Manué, mi familí y mi amigo Marcantuán (que miradle en la foto como le tienen los niños el butacón de sssuperroto, por no decir la carita de desespero que me lleva, snif snif).
Besos para tós desde mi blós y recuperamos lo del fotolog de brasileño.
En fin, que tengo muchas cosas que contar (greli, te reservo un artículo sobre tus preguntas, que un comentario me paressse poco). Pero hoy me voy a reservar a la parte de viajar. Y es que de lo que me he dado cuenta es de lo malo que es ser pobre con esto de viajar.
Primero, porque tienes que pensar en con qué rellenar la maleta. Y las hay que se tiran auars an auars (horas y horas, pa las incultasss, que soisss muchas, ya lo sé) pensando en qué llevarse. Y, total, pa un finde largo se llevan ropa para un mes, pensando que quizá le dé tiempo de cambiar de modeli cada dos horas, juasjuas. Patétissscas que son ellas. Además, llevar tanta ropa implica eso, tener que jerniarte en el escáner de RENFE [inciso: sí, los terroristas de la capital gaditana siguen discriminados respecto a los pueblerinos, porque en S. Fernando, el Puerto y Jerez siguiendo pudiendo pasando bombas sin controlando, jaté tú].
Es mejor ser rico como yo pispo. Simplemente me llevo la ropa de llevar en el viaje. Después, al llegar al sitio, llamo a la boutique más cara de la ciudad para que me la abran a la hora que yo llegue. Y así me compro la ropa que necesite. Al marcharme, la dono a la ONG de moda en la ciudad, clarostá. Me ahorro cargar con la maleta, llegar y ponerme a planchar, lavar, tender y todas esas cosas tan lumpenproletariat que sólo practico pocos días al año.
Por cierto, hablando de lo mal que lo hacen en RENFE, esta vez les he escrito un bonito imeildamarcos (que para lo mal que la tratan, no sé porqué le han dedicado lo del nombre del correosss elestrósssnicos) para que, tras la desaparición de los vagones pa fumadores, los reutilicen para dividir los trenes en sección "sin niños" y "con niños". Que no sé qué era peor, aguantar la humareda del vagón de pa fumá o tener que aguantar a unos patosos gritando, chillando, alarideando y demás, grrrr. En esto, tengo el apoyo incondicional de mi er Manué, mi familí y mi amigo Marcantuán (que miradle en la foto como le tienen los niños el butacón de sssuperroto, por no decir la carita de desespero que me lleva, snif snif).
Besos para tós desde mi blós y recuperamos lo del fotolog de brasileño.
4 comentarios
Soliloco -
La DiviNa GiLda -
lo de la ropa no me llama la atencion porque yo hago lo mismo cada semana, es mas...no uso en plancha ni lavadora..
Maggie Wang Kenobi -
Carol B -
Besitos ¡qué te echaba de menos!