Eso... que nopuedocontanto
Llegué al mundo blog y ya casi que me aburre. Y es que una es demasiado sincera como para callarse muchas de las cosas que le pasan por la cabeza. Y, claro está, en estas cosas una debe vomitar toda la mala leche contenida a lo largo del tiempo. No sé si conseguiré reprimirme.
En fin, aquí me hallo rodeado de catálogos que aún me duran de nuestra visita a China, sobre todo del momento "me vuelvo loca como Rebeca" en mitad de una feria de pueblo que tuvo mi jefe. De ir a la feria para pasar el día (que siempre es más cómodo que estar encerrado en el hotel) pasó al orgasmo más sublime al ver tantos stands con tantos catálogos. Eso sí, el 90% de los que tengo en la mesa son completamente ilegibles. Aunque por suerte, todos tienen el e-mail en cristiano. Bueno, email cuando son medio modernos. Que mira tú que los hay que tienen sólo fax. ¡Y a mí me toca relacionarme con gente sin mail! ¿Os podéis imaginarme redactando faxes en plena era de internet? Y es que, muy geisha y muy todo lo que tú quieras, pero de chino no sé nada de nada, me toca probar siempre con los dos teléfonos que salen en los catálogos, que uno de los dos será el fax.
Nada que ver con mi amiga Isabel, que hace ya tiempo decidió que no escribía una sola carta ni fax más, que todo va por mail. Bueno, en su caso hace siglos que no escribe nada, sino que se lo manda a la mucama, que pa eso ella puede. Como hice en mi época de La Oca: me negué a mandar faxes y obligué a todas las tiendas a hacerse una cuenta de email. Allá se las apañaran ellos con la Terra o Wanadoo de turno.
Lo dicho, que hartita me hallo pidiendo precios de bicis a todos los chinos habidos y por haber. Y encima con una entrevista de trabajo esta tarde en Rivas... Espero que, eso sí, sea en una urbanización megamoderna, que lo del sueldo me da igual, pero mi ático-oficina de la calle Mayor no lo cambio yo por cualquier cosa.
El caso es que a colación de todo esto, se me ocurre hablaros de otras cosas (como los fornidos militares de enfrente)... Pero eso será en otro momento.
A más leer
En fin, aquí me hallo rodeado de catálogos que aún me duran de nuestra visita a China, sobre todo del momento "me vuelvo loca como Rebeca" en mitad de una feria de pueblo que tuvo mi jefe. De ir a la feria para pasar el día (que siempre es más cómodo que estar encerrado en el hotel) pasó al orgasmo más sublime al ver tantos stands con tantos catálogos. Eso sí, el 90% de los que tengo en la mesa son completamente ilegibles. Aunque por suerte, todos tienen el e-mail en cristiano. Bueno, email cuando son medio modernos. Que mira tú que los hay que tienen sólo fax. ¡Y a mí me toca relacionarme con gente sin mail! ¿Os podéis imaginarme redactando faxes en plena era de internet? Y es que, muy geisha y muy todo lo que tú quieras, pero de chino no sé nada de nada, me toca probar siempre con los dos teléfonos que salen en los catálogos, que uno de los dos será el fax.
Nada que ver con mi amiga Isabel, que hace ya tiempo decidió que no escribía una sola carta ni fax más, que todo va por mail. Bueno, en su caso hace siglos que no escribe nada, sino que se lo manda a la mucama, que pa eso ella puede. Como hice en mi época de La Oca: me negué a mandar faxes y obligué a todas las tiendas a hacerse una cuenta de email. Allá se las apañaran ellos con la Terra o Wanadoo de turno.
Lo dicho, que hartita me hallo pidiendo precios de bicis a todos los chinos habidos y por haber. Y encima con una entrevista de trabajo esta tarde en Rivas... Espero que, eso sí, sea en una urbanización megamoderna, que lo del sueldo me da igual, pero mi ático-oficina de la calle Mayor no lo cambio yo por cualquier cosa.
El caso es que a colación de todo esto, se me ocurre hablaros de otras cosas (como los fornidos militares de enfrente)... Pero eso será en otro momento.
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6 comentarios
Maggie Wang Kenobi -
Y el japo ya lo intenté, pero terminé decantándome por idiomas de los países del Este, que era la nueva moda
egoscar -
Prueba con el japonés, que es mucho mucho mucho más moderno...
Maggie Wang Kenobi -
Maggie Wang Kenobi -
Manué -
Maruchi -